Oaxaca es sinónimo de tradición, arte y sabores. Su centro histórico, Patrimonio de la Humanidad, refleja la riqueza cultural de la región.
Las fiestas de la Guelaguetza son una de las celebraciones más coloridas de México, donde se muestran danzas, trajes y música de las distintas comunidades indígenas.
La gastronomía oaxaqueña es reconocida mundialmente: sus moles, tlayudas y el mezcal son símbolos de identidad y orgullo. Cada bocado es un viaje a las raíces mexicanas.
Además, los pueblos artesanales ofrecen textiles, alebrijes y barro negro, testimonios del talento y creatividad de Oaxaca.